En este caso hablamos de patologías que afectan a un elemento arquitectónico muy singular de nuestros edificios y muy importante en la definición volumétrica del mismo, cual es la línea que une los planos de cubierta y fachada.
Se considera esta línea, un elemento constructivo destacado, tanto desde el punto de vista de la técnica constructiva que se agrupan o se unen para resolverlo, como desde el de su patología, dada su particular situación en el edificio, con un elevado nivel de exposición, y confluencia en él de unidades de distinta función constructiva, sometidas a acciones externas diferentes, cuales son fachada, cubierta y estructura.
Ello hace que sea necesario un estudio específico de los problemas patológicos de dicho elemento, junto con sus soluciones constructivas de reparación y prevención.
Constructivamente, la mencionada << línea>> dependerá de los sistemas constructivos de los planos que une. Así hablamos, básicamente de ALBARDILLAS O CUBREMUROS (figura 1). Cuando se trata de cubierta plana y el plano de la fachada el que pasa por delante del de la misma, sea esta plana (la mayor parte de las veces) o inclinada (oculta). Nos encontraremos con coronaciones <> donde la línea afectada sea, básicamente, la superior, y otras con cubre muros, impostas o barandillas de diversos tipos, donde el proceso patológico afecte a toda una franja de un ancho determinado, que coincide con el antepecho que se eleva sobre la cubierta.
Autor: Pedro Sánchez Gálvez. Colegiado nº 868. COAATIE_Murcia