Publicada el día 29/04/2025
La contaminación acústica es la presencia de ruido o vibraciones, sea cual sea su procedencia, que pone en riesgo la salud de las personas, implica molestias o daños perjudicando así el normal desarrollo de la actividad cotidiana.
Es importante que conozcamos qué tipos de ruidos nos podemos encontrar y como pueden afectar a nuestra vida.
Los ruidos pueden venir de nuestra vivienda, de las de alrededor y del exterior. Se pueden clasificar en dos tipos:
Una vez que sabemos a qué tipo de ruido nos enfrentamos, también debemos saber qué clase de aislamiento necesitamos para poder combatirlo:
Los materiales absorbentes son más porosos, para absorber y retener las ondas sonoras, su estructura es alveolar, fibrosa o granular y transforma las ondas sonoras en calor.
Los materiales aislantes tienen alta densidad para cuando queremos contener el ruido, bien para que no entre a la vivienda o para que no salga.
Pero además de conseguir un correcto aislamiento de los paramentos, tenemos que tener en cuenta que las ventanas son un punto fundamenta a tratar para mejorar la acústica. Es básica su hermeticidad y el tipo de vidrio con el que cuenta, si tiene cámara de aire, si su espesor es óptimo y el material del marco y la hoja.
En conclusión, para poder solucionar los problemas de ruido de tu vivienda, y antes de comenzar con la insonorización, se debe localizar la procedencia e identificar el tipo de ruido. Dependiendo de esto, decidir con que material será más óptimo tratar el problema, si con materiales absorbentes, con aislantes, o con la combinación de ambos, y actuar también sobre la ventanas, si fuera necesario.
Para cualquier duda, te recomendamos contactar con un Arquitecto técnico, que podrá asesorarte en todo los pasos a seguir.