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7 jul. 2015
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Manual prevención de fallos. Fachadas ventiladas y aplacados.
Rehabilitación y mantenimiento Nueva construcción La fachada ventilada se materializa al colocar un revestimiento rígido más o menos delgado separado del soporte de la fachada, pero fijado a él, para poder transmitir las acciones debidas al viento, peso propio y tensiones de origen térmico. La presión ejercida por el viento sobre un edificio se calcula mediante la siguiente fórmula. p= [(1+c)dv^2]/2 d = densidad del aire c = Factor de forma (oscila entre 0,3 para objetos cilíndricos y 1 para los planos) v = velocidad del aire Como se sabe, los vientos son corrientes de convección en la atmósfera que tienden a igualar la diferencia de calentamiento en las diversas zonas del planeta. El aire más caliente flota sobre el más frío y es por eso que las masas de aire se mueven de un lado para otro, subiendo, bajando y finalmente mezclándose entre si. Cuando una corriente choca con un edificio aminora su flujo, haciendo que cierta cantidad llegue al interior mientras que otra parte se desvía alrededor de él, hacia arriba o hacia sus lados adyacentes y tarda un cierto tiempo en bajar de nuevo a la superficie para recuperar su dirección y presión originales. En el lado que está frente al viento, también llamado barlovento, se crea un área en el que el aire adquiere una mayor presión y es dirigido hacia el interior del edificio. Al lado opuesto o sotavento, la presión es menor y el flujo de aire va hacia fuera. A lo largo de este recorrido se forma a sotavento una zona de calma que se llena gradualmente de aire y la presión que no se escapa retorna hacia el edificio. Más o menos a una distancia de 7 veces la altura de la edificación la corriente recupera su velocidad inicial. La fachada ventilada se ejecuta colocando piezas delgadas de piedra, cerámica u otros materiales, sujetas al soporte mediante anclajes metálicos situados en posición vista u oculta, quedando entre aplacado y zona portante un espacio por el que puede circular una corriente de aire. La cámara de aire en estas fachadas suele tener una anchura de, al menos, 2,5 veces el espesor de la placa. AUTOR Eduardo Montero Fernández de Bobadilla GRUPO DE TRABAJO Francisco García Olmos Julián Pérez Navarro SUPERVISIÓN: Consejería de Obras Públicas y Ordenación del Territorio D. Emilio Meseguer Peña Dª. Teresa Barceló Clemares EDITA: Colegio Oficial de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación de la Región de Murcia Avda. Alfonso X el Sabio, 2. 30008 – Murcia Tel. 968 274411 – Fax 968281354 www.coaatiemu.es – colegio@coaatiemu.es I.S.B.N.: 978-84-87138-49-7 DISEÑO PORTADA: Murcia Multimedia, S.L.